Panamericana, sancionada por vender productos peligrosos para menores de edad

La librería y papelería Panamericana recibió una millonaria multa este lunes, por incumplir las normas de seguridad de un producto destinado para menores de edad.

Así lo confirmó la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), que le impuso una sanción de $ 570,5 millones. La decisión se adoptó luego de adelantar el correspondiente procedimiento administrativo sancionatorio, en el que se demostró que Panamericana introdujo en el mercado los productos “Set de sonajeros x 3” y “Set de sonajeros baby”, que contenían piezas pequeñas que podían desprenderse y ocasionar asfixia o ahogamiento en los menores.

La compañía puso en el mercado cerca de 2.500 unidades de ambos productos. Del total, 727 habían sido retirados y aislados en sus centros de distribución, quedando en poder de los consumidores un total de 1.688 unidades.

La Superindustria le ordenó iniciar campaña de seguridad, con miras a la retoma de los mismos, teniendo en cuenta que la empresa “puso en riesgo la seguridad y vida de los menores de edad”.

En condiciones normales, los productos “son susceptibles de liberar piezas pequeñas que representan un peligro de asfixia, que no son aptos para niños y niñas de 0 a 36 meses de edad y que representan un riesgo incluso para menores que superen dicha edad”, añadió.

De igual forma, “no adoptó las medidas necesarias para impedir que los usuarios finales de los productos vieran comprometida su salud e integridad física, toda vez las advertencias de peligro de asfixia contenidas en el empaque de los productos se encontraban ubicadas en la base de la caja, con una visibilidad mínima y tamaño de texto minúsculo, dificultando de esa manera el acceso a la advertencia por parte de los adultos que adquirían los productos”.

Asimismo, se incluyó una indicación de uso de los productos, que advertía que los mismos eran aptos para niños mayores de seis meses de edad, lo cual -según la SIC- podría transmitir un mensaje equívoco de tranquilidad para los adultos respecto del uso del juguete, poniendo en riesgo a los niños y niñas que superen ese rango de edad.

Panamericana, por su parte, presentó diversos argumentos con los que buscaba eximirse de su responsabilidad.

En su concepto, bajo el principio de buena fe y confianza legítima, confió en la calidad de los juguetes objeto del reporte adverso, por cuanto los mismos contaban con un certificado de conformidad con las normas técnicas correspondientes.

A pesar de lo anterior, estos no fueron acogidos por el despacho de la SIC, en virtud del régimen de responsabilidad que rige en materia de protección al consumidor.

Eso sí, contra el acto administrativo sancionatorio proceden los recursos de reposición y apelación.