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Así fue el detonante del carro bomba, la pista clave para establecer si fue un ataque suicida

SEMANA revela en exclusiva detalles desconocidos de cómo se detonó el artefacto que mató a 21 personas. Nuevas evidencias técnicas dejan al descubierto que se usó el mismo tipo de artefacto electromagnético que en ataques recientes en Cauca, Putumayo y Arauca.

18 de enero de 2019

La forma en que 80 kilos de pentolita fueron detonadas al interior de la Escuela General Santander es quizá una de las piezas más importante de las investigaciones que adelantan peritos del CTI y la Policía.   

Al conocerse los primeros detalles del bombazo tomó fuerza una tesis que generó asombro: la posibilidad de que el atentado hubiera sido perpetrado por una persona con intención de inmolarse, un kamikaze. Por lo pronto, las autoridades no han descartado ni confirmado esta posibilidad. 

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Nuevas evidencias recogidas en la escena del crimen son claves en los análisis que avanzan con el fin de establecer cómo se detonó el carro bomba. En el lugar de los hechos fue encontrado un fragmento del circuito electrónico que se usó en el explosivo. Se trata del control remoto de una alarma que fue adaptado para activar el artefacto a distancia, por radiofrecuencia. 

Los investigadores encontraron que para armar el dispositivo se utilizó una alarma de vehículo marca Genius con un banco de baterías alcalinas de 9 voltios. También hallaron el conector de la parte negativa de las baterías, así como la base de las pilas internas.

Este informe permite concluir que el mecanismo de activación del artefacto fue a distancia. Y que esta detonación se pudo haber provocado desde el interior del vehículo o a una distancia que, en este tipo de dispositivos, no suele ser mayor de 500 metros.

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Cabe recordar que entre las evidencias recogidas de las cámaras de seguridad queda claro, según la Fiscalía, que un hombre descendió de la camioneta en la estación de Transmilenio de Venecia. Este lugar está a por lo menos 1,2 kilómetros de distancia de la entrada de la Escuela de Cadetes. 

El conductor de la camioneta, José Aldemar Rojas Rodríguez, ingresó a la fuerza por la entrada secundaria de la escuela que está ubicada sobre la Autopista Sur. Dirigió su rumbo hacía una garita ubicada en el costado norte. Al advertir que un agente lo interceptó dio reversa unos metros hasta los dormitorios femeninos. En este punto fue detonado el artefacto. 

El ministro de Defensa, Guillermo Botero, aseguró en rueda de prensa que no hay suficiente material que permita demostrar que se trató de un ataque suicida. "No existe hasta el momento, en estas primeras 22 horas, evidencias que permitan concluir que esta persona se suicidó”, aseguró. 

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Lo que sí señaló es que el artefacto explosivo que estaba en la camioneta contaba con algún elemento electrónico mediante el cual se activó la carga explosiva. “No hay ningún otro elemento más allá, se pudo haber activado con un control remoto, a través de un celular o un radio”, explicó Botero sobre las teorías que están manejando con respecto a la activación.

Las investigaciones apuntan a que este mismo de mecanismo para detonar los explosivos fue usado en ataques recientes en Cauca, Putumayo y Arauca. 


Rojas, alias Kiko, era explosivista e instructor en temas políticos del ELN desde 1994. Está relacionado con la escuela de primer nivel de combatientes del Batallón Héroes y Mártires del Frente de Guerra Oriental. Al parecer se trataba de uno de los jefes de inteligencia en ese frente.

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Según la Fiscalía, uno de los desmovilizados del ELN confirmó que el hombre lleva en la organización 33 años, que siempre hizo parte de la columna Domingo Laín y que militaba también en las células urbanas de esa guerrilla.